domingo, 21 de noviembre de 2010

¿Política de Estado o desvergüenza?


Tras la victoria de la ultraderecha conservadora en los comicios legislativos estadounidenses, una ofensiva antilatinoamericana comienza a abrirse paso. Impúdica y desvergonzadamente. En tal sentido la legisladora republicana Ileana Ros Lehtinen lanzó el pasado día 17 su aullido cavernícola y calificó de forajidos a presidentes como Hugo Chávez, Daniel Ortega, Rafael Correa y Evo Morales

 Por Orlando Ruiz
Determinante en la reanimación de las bases republicanas han resultado las campañas del ultraconservador Movimiento Tea Party, cuyos 139 candidatos -armados de los más absurdos y retrógrados argumentos- han conseguido la nominación en Nevada, Colorado, Florida, Kentucky y Alaska.
Prueba de las intenciones de esta ultraderecha ávida de poder es lo dicho por Ros Lehtinen, ante una reunión de golpistas, terroristas y conspiradores de la peor calaña, realizada en el Capitolio norteamericano, y donde expresó: “Ahora más que nunca es el momento de que Estados Unidos apoye a sus amigos”.
Nada nuevo en la doctrina injerencista que ha preconizado el grupo de políticos del que ella forma parte y que han hecho el juego a golpistas como el ecuatoriano Lucio Gutiérrez o los oligarcas que intentaron derrocar a Hugo Chávez; y peor aún, a los asesinos confesos, Luis Posada Carriles y Orlando Bosh.
La representante congresional por la Florida puso también en su punto de mira a la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA), y calificó de “nuevos peligros” que comienzan a surgir, las fructíferas relaciones de intercambio comercial y la solidaridad existente entre Irán y los países miembros de la Alianza.
Al referirse a los presidentes de los países integrantes de la ALBA, Ros Lehtinen dijo despóticamente: "Estos gobernantes forajidos han iniciado sus campañas hace años para alcanzar el poder absoluto y, como resultado, las poblaciones de estas naciones viven día a día dentro de sociedades que son cada vez más opresivas''
"El peligroso comportamiento de Chávez, Ortega, Morales y otros dibujan un claro panorama sobre el innegable vínculo entre el declive de las libertades democráticas y de los derechos humanos y el aumento de riesgos de seguridad tangibles en nuestra región. Las implicaciones de esta nueva realidad exigen que Estados Unidos ejecute políticas efectivas y responsables hacia el hemisferio que adelanten los intereses del país'', agregó
En su desafuero, la congresista fustigó también a la OEA, que como todo el mundo sabe, ha perdido su autoridad en América Latina precisamente debido a su incondicionalidad sumisión a los mandatos de Washington.
Pero lo que más inquieta y hace pensar que los Estados Unidos de América han llegado al límite de la irracionalidad en su política, es que la representante de origen cubano asumirá de seguro en el próximo Congreso la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores.
Ahora más que nunca la consolidación de la unidad de nuestros países es una necesidad impostergable. El Gigante de las siete leguas levanta su bota enlodada para pisotear con furia renovada la cabeza de los hombres libres y la única manera de impedirlo es apretarnos en un solo abrazo, “como la plata en las raíces de los Andes”.

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